¿Cuántas veces nos pasa lo mismo? Queremos unas vacaciones extraordinarias, diferentes, atractivas y nos lo empezamos a preparar el uno de enero, para estar seguros de que todo será perfecto. Luego, como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante y el tiempo se nos va echando encima. Echamos un vistazo al monedero y está reluciente, pero vacío. Las cuentas no nos cuadran, el mes que queríamos no es el que nos dan de vacaciones y cuando hay niños es aún más complicado, porque donde ellos se lo pasan bien, lo mayores se aburren como ostras y donde quieren ir los mayores, los niños no pintan nada, así que nada de vacaciones perfectas. ¿Verdad?
Pues este año no tiene porqué ser así. En Francia han creado un concepto de vacaciones que pasa por tres puntos fundamentales: diversión garantizada para toda la familia, no es nada caro y se trata de simplificar al máximo.
Vamos a explicar esto con calma porque “a priori” tiene interés. Por lo visto en Francia han ideado un concepto de vacaciones en las que lo principal sea el descanso y el disfrute de todos los miembros de la familia o del grupo que se junta para disfrutar de sus días de ocio. De modo que en un recinto más o menos grande, mejor dicho, bastante grande para lo que nosotros acostumbramos, se distribuyen apartamentos, villas y habitaciones, comedor cubierto y al aire libre o terraza, piscina, salón de juegos, en muchas ocasiones incluso escenario y… de momento, más o menos como un hotel o un resort normal, pero a eso le añaden atractivos como la naturaleza, es decir, suele haber actividades deportivas como surf, senderismo, esquí, dependiendo del emplazamiento del lugar y de la estación del año en que vayamos. Y esa es la parte en la que los adultos centran su tiempo de ocio, porque a los pequeños, los podemos dejar en su club social particular, donde un equipo de monitores los mantendrán ocupados y entretenidos todo el día. Pero ¿qué ocurre cuando los niños son de edades diferentes? Esto también está contemplado… cada monitor o cada habitación es para un grupo de niños de una edad. Así los más pequeños pueden aprender sobre la naturaleza haciendo recopilación de piñas piñoneras, mientras que los niños más mayores preparan una obra de teatro que podrán estrenar el viernes por la noche. Los adolescentes, por su parte, tienen su propio y espacio y su propia oferta cultural y de ocio. Y los abuelos igual. Aquí cada uno puede disfrutar de su propio tiempo sin depender de los demás. Cada día será una ventura y será completamente diferente al anterior. ¿Qué puede faltar? ¿nuestro mejor amigo? Cierto, no hay problema, porque en mucho, aunque no en todos los alojamientos, también se admiten perros.
¿Se puede pedir algo más? Pues que el precio sea asequible y no se dispare como suele ocurrir con las buenas ofertas. Pues no tenéis más que entrar en la web y comprobarlo vosotros mismos.