miércoles, 10 de abril de 2019

El Hotelito perfecto para los peludos


En el río Alberche. En Navaluenga

Desde hacer unos días, sois muchos los que habéis preguntado por un lugar para hacer una escapada perruna, en España. Y como el buen tiempo ya esta en camino, pues os voy a recomendar mi rincón favorito. Se llama ElHotelito.
Es un hotel pequeñito, evidentemente, pero grande, grandísimo!! Veréis, para empezar, su lema es “desde un canario, hasta un caballo”… es decir, no sólo podemos ir los peludos, puede ir cualquier bicho vivo que se porte como es debido. De hecho, pueden ir humanos de todas las edades, no os digo más. Aunque la verdad, es que lo más popular es que vayamos perreces. Hay habitaciones en el piso de arriba, con su terracita, que están muy bien. Aunque las comodidades del piso de arriba son más para nuestros humanos (jacuzzy, bañera con chorros, etc…); en el piso de abajo, el del jardín, tiene terracitas privadas en las que podemos tomar el sol sin que nadie nos moleste, o en las que podemos quedarnos mientras nuestros humanos duermen la siesta. Perrosonalmente, me gusta quedarme abajo.
En el salón a la entrada, donde está la biblioteca
Además, el hotel está en plena naturaleza. El pueblo se llama Navaluenga, que está cerca de Ávila. En la provincia o no sé cómo funciona eso. Y está a las afueras del pueblecito. Se puede llegar perfectamente, porque hay transporte público, claro, pero lo más cómodo es ir en coche. Una vez allí, todo está cerca. Y a mí me encanta porque mis humanos van andando a todas partes y eso significa que yo voy de paseíto. Nadie se queja, nadie te regaña, nadie molesta. Una gozada.
Lo que más me gusta, además de que hay caballos y ya sabéis que yo adoro los caballos, es que hay un río. Y en las orillas, no cubre así que me puedo meter hasta “la línea de flotación” y mojarme sólo las patas. Que si es verano y hace mucho calor, también tengo que reconocer que me he dado buenos chapuzones, pero en esos días de entretiempo, con las patas, tengo más que suficiente.
Para nosotros, que es lo importante, las excursiones y el deporte están garantizados, pero a veces hay que pensar también un poco en nuestros humanos, que al fin y al cabo son parte de nuestra manada. Para ellos hay un millón de cosas que hacer. Además, así es mejor porque están entretenidos, se relajan, bajan la guardia y luego son más amables. Catas de vino, cursos de pintura, gastronomía, avistamiento de aves, fotografía y vete a saber cuántas cosas más. Tienen un saloncito con biblioteca y un montón de libros para leer. Y nosotros podemos tumbarnos por allí, si es de día nos da el solecito y si es de noche y hace frío, nos ponen la chimenea… que es una cosa que me encanta. Parece un hogar. Se está muy a gusto. 
Terraza privada
La comida es muy buena en Navaluenga. Hay grandes restaurantes, pero sobre todo, se fomenta el rollo del tapeo, lo que significa que si te sientas debajo de la mesa y lo deseas con fuerza, algo cae seguro. Y la gente es muy agradable. No tienen perrojuicios contra nosotros, nos tratan con cariño y con respeto en todas partes. Tengo que reconocer que yo, allí, he comido como una marquesa. Por ese lado no hay queja. Bueno ni por ninguno. Quejarme, no puedo quejarme, la verdad. Me encanta ir allí. ES como desconectar de todo y dedicarte exclusivamente a disfrutar.
Y ahora es cuando me vais a preguntar el precio. Eso tenéis que verlo directamente AQUÍ, porque yo de euros no entiendo, pero por lo que oigo, no es caro. Y un premio de vez en cuando tampoco está mal. Son vacaciones como estando en casa, pero en un sitio que no es nuestra casa y que es mucho más bonito y entretenido. Por favor, si vais, contadme qué os ha parecido y decid que vais de mi parte, porque seguro que eso significará que os darán un chuche perruna. Feliz escapada amigos.

miércoles, 11 de abril de 2018

Consejos para veganos de viaje



Si tu filosofía es el veganismo o incluso el vegetarianismo, seguro que te has encontrado con miles de problemas a la hora de viajar. Ya es difícil salir a cenar con los amigos y encontrar un sitio que satisfaga a todo el mundo. Y viajar nos lo pone aun más complicado, pero no es imposible. Hoy vamos a dar algunas ideas para que ese viaje sea mucho más sencillo y os podáis centrar en disfrutar del ocio y la cultura.
Lo primero es que antes de salir, reserves un poco de tiempo para prepararte algo que puedas llevar y que no se estropee. Al menos no demasiado pronto. Ya sabes, algo para comer durante el camino, sobre todo si el trayecto es largo y no tendrá oportunidad ni de comprar nada que puedas comer, ni mucho menos de cocinar, un sándwich, unos frutos secos… Ten en cuenta, de todas formas, que actualmente algunas líneas aéreas sí ofrecen menú vegano para viajes largos. Pregunta.

Antes de salir de viaje, también es buena idea hacer un breve estudio sobre el destino, para saber a priori si podrás comprar productos veggie o si encontrarás fácilmente restaurantes donde comer. En casi todos los países hay algún plato típico cocinado con productos que sí podrás consumir, como humus, el guacamole, el veggie-sushi o el gazpacho. En este sentido puede ayudarte este artículo de Revista80dias.es para que elijas un destino que sea veggie-friendly.
Intenta buscar alojamientos en los que puedas cocinar, porque así será mucho más fácil y lleva contigo un kit de supervivencia que te facilite las cosas, como un cuchillo, un rallador pequeño, especias, un poco de sal, un sobre de salsa de soja…
 
No tengas miedo a preguntar en los restaurantes, a veces no tienen muy claro de qué les estamos hablando y hay que especificar los ingredientes, así que lleva contigo un listado de palabras traducidas con los ingredientes que prefieres y que además te ayudará si quieres aprender el idioma. Esto te facilitará mucho el proceso.  
Localiza los locales y restaurantes que más van a gustarte. ¿Cómo? Lo puedes hacer a través de las web de Happy cow, descargándote una de las muchas Apps que hay actualmente disponibles para veganos viajeros o simplemente hazte con un Vegan Passport, que es una guía de bolsillo para veganos, traducida a 33 idiomas y que además tiene un pequeño diccionario para que puedas explicar lo que quieres. Esto también te ayudará a localizar las tiendas con productos biológicos y ecológicos y sobre todo, a localizar el mercado local donde podrás comprar frutas y verduras frescas. De hecho, comprar fruta y llevarla en el bolso siempre ayuda en caso de emergencia.
Con todo esto, tu viaje tiene que ser un éxito y ya sólo tendrás que preocuparte de pasarlo bien.

domingo, 1 de abril de 2018

Disfrutar de la vida: Neukirchen en Salzburgerland


Un paseo por el Parque Nacional Hohe Tauern. Al fondo Neurkirchen

Viajar es algo que siempre viene bien, pero a veces, a uno, le apetece simplemente desaparecer del panorama y alejarse unos días del mundanal ruido, allá, donde nadie pueda encontrarlo. Esos rincones bucólicos y semi escondidos, son cada vez más escasos. Pero si buscamos bien, aun es posible dar con ellos.
Cabaña de madera
Esas escapadas del alma no dependen del clima, ni de la época del año, ni siquiera de lo lejos o cerca que podamos ir, en realidad, todo eso da prácticamente igual. Lo que uno quiere es darle un respiro a la mente y dejarse llevar por todo eso que pasa por alto en el día a día.
Hace poco he descubierto uno de esos maravillosos lugares que alimentan el espíritu y hacen que la cabeza deje de bullir como una olla a presión. Es un lugar que te devuelve la paz de una u otra forma. Y es que las posibilidades son prácticamente infinitas. ¿Os desvelo ya el nombre de este pequeño paraíso? Se llama Neukirchen am Grossvenediger. En Salzburgerland.
Pistas de esquí y snowboard
¿Te gusta el deporte? Pues has llegado al paraíso. Especialmente si lo haces en invierno. El esquí es el rey, como siempre. O el snowboard, lo que más te guste. Dos deportes clásicos en un lugar fuera de lo común, pero no los únicos. Si eres de los que se lanzan con algo original, tienes que probar los trineos. Parece fácil, aunque encierra tanta técnica como diversión. Te caerás unas mil veces (lo bueno es que ya estás casi en el suelo cuando te subes a un trineo) y al día siguiente tendrás moraduras por detrás de los muslos… pero sarna con gusto no pica, así que no te importará. Además en el Wildkogel Arena , Neukirchen Bramberg pueden presumir de tener la pista más larga del mundo…. Iluminada. Así que, teniendo en cuenta lo pronto que anochece en invierno por esas latitudes, el problema de la oscuridad no es tal y se puede continuar disfrutando del descenso hasta horas impensables. Eso sí, bien abrigaditos.
Trineos de nieve y pistas iluminadas
También hay que decir que, la forma de vivir el deporte en esta zona es diametralmente diferente a lo que nosotros estamos acostumbrados. Es decir, las dos estaciones que forman el Wildkogel Arena están plagadas de pequeñas cabañas de madera… sí, de esas tan bucólicas en las que todo es casero y está preparado a mano. La norma es esquiar un rato y descansar otro, tomando un traguito de algún licor local… para combatir el frío. Seguir esquiando y parar a comer en otra cabaña. Volver a esquiar, tomar un chocolate (con licor, claro está) y así hasta que las pistas se cierran. El nivel de fiesta se va elevando y uno se da cuenta de que en cada cabaña se ha ido encontrando casi con la misma gente, con lo que al final del día, cuando uno se quita los esquíes, a pie de pista, sigue la fiesta. Incluso es común encontrar a los propios monitores que durante todo el día hemos conocido en esta y aquella gasthaus… ahora amenizando la velada, con un improvisado concierto en el bar. En pocas horas uno es una parte más de la vida de este pueblecito y todo el mundo se acerca a charlar, a cantar, a bailar… es algo que los urbanitas hemos olvidado casi por completo. Y que no sólo es agradable. Reconforta. Un consejo: dejaos llevar por los monitores de esquí, sean vuestros o no, son muy buena gente y con ellos la diversión será absoluta.
Hohe Tauern
Trineo de caballos
Para los que prefieren un deporte un poco más relajado, también está el esquí de fondo o, mejor aun, las raquetas de nieve. Neukirchen está estratégicamente enclavado en el ParqueNacional Hohe Tauern. ¿Sabéis lo que eso significa? Que a un lado del pueblo, en una montaña está toda la infraestructura deportiva y al otro, es la naturaleza la que manda. La mano del hombre ha sido tímida y respetuosa (como sólo los austríacos saben hacerlo) con un entorno que está prácticamente inexplorado. Bueno, no tanto, pero en torno a los confines de ese parque aun hay pueblos que se quedan bloqueados durante el invierno y para romper con su aislamiento es desde Neurkirchen desde donde les envían suministros por aire. Todo un espectáculo. Hay un glaciar, una cascada, ríos, bosques, animalitos curiosos, paz… silencio… y cobertura para el móvil. Lo que supone toda una sorpresa. Calzarse las raquetas y adentrarse por el bosque profanando la nieve virgen y escuchando cómo cruje bajo tus pies es mucho más efectivo que un batido de ansiolíticos y desde luego, muchísimo más saludable. El placer absoluto.
Anja, Marco y Kimi en concierto. A pie de pista
Comer, beber, sentarse a disfrutar de la vida sin prisa y sin obligación alguna. Hay que dejarse aconsejar y probarlo todo. Lo salado y lo dulce, esta gente entiende de la buena mesa. Y de los buenos licores, la mayoría de ellos, caseros. Extraordinariamente fuertes, pero por alguna razón… será el frío, será la altitud, no emborrachan. ¿Y después? Cantar, bailar y seguir divirtiéndose. ¿Un curso de canto Yodle?, ¿un paseo en trineo tirado por caballos?, ¿un concierto bajo la nieve?, ¿un museo?, ¿una sauna?, ¿qué más se puede pedir? Dejaos seducir sin miedo.