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Un paseo por el Parque Nacional Hohe Tauern. Al fondo Neurkirchen |
Viajar es algo que siempre viene bien, pero a veces, a uno,
le apetece simplemente desaparecer del panorama y alejarse unos días del
mundanal ruido, allá, donde nadie pueda encontrarlo. Esos rincones bucólicos y
semi escondidos, son cada vez más escasos. Pero si buscamos bien, aun es
posible dar con ellos.
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Cabaña de madera |
Esas escapadas del alma no dependen del clima, ni de la
época del año, ni siquiera de lo lejos o cerca que podamos ir, en realidad,
todo eso da prácticamente igual. Lo que uno quiere es darle un respiro a la
mente y dejarse llevar por todo eso que pasa por alto en el día a día.
Hace poco he descubierto uno de esos maravillosos lugares
que alimentan el espíritu y hacen que la cabeza deje de bullir como una olla a
presión. Es un lugar que te devuelve la paz de una u otra forma. Y es que las
posibilidades son prácticamente infinitas. ¿Os desvelo ya el nombre de este
pequeño paraíso? Se llama
Neukirchen am Grossvenediger. En
Salzburgerland.
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Pistas de esquí y snowboard |
¿Te gusta el deporte? Pues has llegado al paraíso.
Especialmente si lo haces en invierno. El esquí es el rey, como siempre. O el
snowboard, lo que más te guste. Dos deportes clásicos en un lugar fuera de lo
común, pero no los únicos. Si eres de los que se lanzan con algo original, tienes
que probar los trineos. Parece fácil, aunque encierra tanta técnica como
diversión. Te caerás unas mil veces (lo bueno es que ya estás casi en el suelo
cuando te subes a un trineo) y al día siguiente tendrás moraduras por detrás de
los muslos… pero sarna con gusto no pica, así que no te importará. Además en el
Wildkogel
Arena , Neukirchen Bramberg pueden
presumir de tener la pista más larga del mundo…. Iluminada. Así que, teniendo
en cuenta lo pronto que anochece en invierno por esas latitudes, el problema de
la oscuridad no es tal y se puede continuar disfrutando del descenso hasta
horas impensables. Eso sí, bien abrigaditos.
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Trineos de nieve y pistas iluminadas |
También hay que decir que, la
forma de vivir el deporte en esta zona es diametralmente diferente a lo que
nosotros estamos acostumbrados. Es decir, las dos estaciones que forman el
Wildkogel Arena están plagadas de pequeñas cabañas de madera… sí, de esas tan bucólicas
en las que todo es casero y está preparado a mano. La norma es esquiar un rato
y descansar otro, tomando un traguito de algún licor local… para combatir el frío.
Seguir esquiando y parar a comer en otra cabaña. Volver a esquiar, tomar un
chocolate (con licor, claro está) y así hasta que las pistas se cierran. El
nivel de fiesta se va elevando y uno se da cuenta de que en cada cabaña se ha
ido encontrando casi con la misma gente, con lo que al final del día, cuando
uno se quita los esquíes, a pie de pista, sigue la fiesta. Incluso es común
encontrar a los propios monitores que durante todo el día hemos conocido en
esta y aquella gasthaus… ahora amenizando la velada, con un improvisado concierto
en el bar. En pocas horas uno es una parte más de la vida de este pueblecito y
todo el mundo se acerca a charlar, a cantar, a bailar… es algo que los urbanitas
hemos olvidado casi por completo. Y que no sólo es agradable. Reconforta. Un
consejo: dejaos llevar por los monitores de esquí, sean vuestros o no, son muy
buena gente y con ellos la diversión será absoluta.
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Hohe Tauern |
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Trineo de caballos |
Para los que prefieren un deporte un poco más relajado,
también está el esquí de fondo o, mejor aun, las raquetas de nieve. Neukirchen
está estratégicamente enclavado en el
ParqueNacional Hohe Tauern. ¿Sabéis lo que eso significa? Que a un lado del
pueblo, en una montaña está toda la infraestructura deportiva y al otro, es la
naturaleza la que manda. La mano del hombre ha sido tímida y respetuosa (como
sólo los austríacos saben hacerlo) con un entorno que está prácticamente
inexplorado. Bueno, no tanto, pero en torno a los confines de ese parque aun hay
pueblos que se quedan bloqueados durante el invierno y para romper con su
aislamiento es desde Neurkirchen desde donde les envían suministros por aire.
Todo un espectáculo. Hay un glaciar, una cascada, ríos, bosques, animalitos curiosos,
paz… silencio… y cobertura para el móvil. Lo que supone toda una sorpresa.
Calzarse las raquetas y adentrarse por el bosque profanando la nieve virgen y
escuchando cómo cruje bajo tus pies es mucho más efectivo que un batido de
ansiolíticos y desde luego, muchísimo más saludable. El placer absoluto.
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Anja, Marco y Kimi en concierto. A pie de pista |
Comer, beber, sentarse a disfrutar de la vida sin prisa y sin
obligación alguna. Hay que dejarse aconsejar y probarlo todo. Lo salado y lo
dulce, esta gente entiende de la buena mesa. Y de los buenos licores, la
mayoría de ellos, caseros. Extraordinariamente fuertes, pero por alguna razón…
será el frío, será la altitud, no emborrachan. ¿Y después? Cantar, bailar y
seguir divirtiéndose. ¿Un curso de canto Yodle?, ¿un paseo en trineo tirado por
caballos?, ¿un concierto bajo la nieve?, ¿un museo?, ¿una sauna?, ¿qué más se
puede pedir? Dejaos seducir sin miedo.
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