Lo cierto es que Austria es un país que da para mucho.
Podríamos decir que tiene mil y una caras y cada uno podría hablar de un
aspecto muy diferente del país, con tal vehemencia que llegaríamos a creer que
todos hablamos de sitios distintos y sin embargo, Austria hay una y sólo una.
Lo delicioso es que podemos mirarla a través de un caleidoscopio y hacernos la
idea de que son cien. Así se amortiza un viaje, desde luego… y no importa si es
invierno o verano, si llueve, nieva, sopla el viento o luce el sol. Austria es
camaleónica y por eso los austriacos han lanzado una ocurrente campaña para que
la conozcamos incluso sin haber puesto un pie en ella: “Esta es mi Austria,
¿Cuál es la tuya?” un divertido concurso de videos en el que cada uno puede
exhibir lo que para él o ella representa, significa y esconde este maravilloso
país.
Y realmente es cierto que todo depende del cristal con que se mira,
porque la variedad de estos videos nos lleva de un tópico a otro, saltando
entre lo más surrealista, onírico, divertido, original y apasionante. A veces,
incluso rayando en la excentricidad, la hilaridad o incluso la ruptura más
abrupta entre la lógica y lo que cabría esperar de un lugar tan tradicional…
pero es que esa es la eterna historia de Austria, la ruptura con la norma
establecida y la búsqueda de la belleza en todo. De qué otra forma habría sido
posible la Secession? El Jugendstill? Quien conoce el país, lo sabe… y sin
embargo, repite porque es difícil dejar de sorprenderse por muchas visitas que uno
haga. Austria es… indescriptible.