Lleva el día de los Reyes Magos y parece que sin un trocito
de roscón, no es lo mismo. Para celebrarlo bien, al margen de la ilusión de los
regalos, uno tiene que tener un par de caramelos de cabalgata en su bolsillo y
un buen trozo de roscón, a ser posible con premio, para mojar en un chocolate,
para que la fiesta esté completa. ¿Me equivoco?
Pero ¿qué hacemos los que estamos en el quinto pimiento y no
tenemos pastelería donde comprarlo?, ¿los que vivimos allende los mares en
sitios donde no los venden? ¿nos vamos a conformar? Pues nada de eso, porque
parece que el tema tiene su miga pero luego es mucho más sencillo de lo que
parecía. Aquí os dejo mi personal receta del roscón. Fácil no, facilísima.
INGREDIENTES:
- 300gr. De harina de trigo.
- 25 gr. de levadura fresca. De la de panadería.
- 125 ml. De leche entera
- 100 gr. De azúcar
- 75 gr. De mantequilla en pomada
- 1 yema de huevo para la masa y un huevo entero para pintar
la masa al final
- ralladura de naranja
- una cucharada de ron o brandy
- un chorrito de agua de azahar o esencia de naranja líquida
- un pelín de sal
- Fruta escarchada o almendras para decorar
- Hace falta papel film, papel para hornear (del encerado),
un pincel y un tamiz o colador
RECETA:
Mezclamos la leche (templada, ni fría ni caliente) con la
levadura, deshaciendo con los dedos (un guarreo impresionante, pero es la única
forma). Dejamos actuar 15 minutos, reloj en mano para que la levadura se
espabile. Empezará a oler a cerveza rancia. Eso es bueno.
En otro recipiente ponemos la harina tamizada con el
colador, después la ralladura de naranja y el azúcar. Y lo removemos hasta que
se haga una especie de papilla. Ponemos la leche en el centro del recipiente,
dejando la harina a los lados.
Después añadimos el licor, el agua de azahar, la sal y la
yema de huevo. Al final la mantequilla en pomada y listo. Es el momento de
empezar a incorporar la harina hacia el centro para que la papilla vaya
volviendo a coger forma de masa. Y hay que amasarlo con unos 30gr. Más de
harina. Pero mucha atención, tiene que quedar una masa pringosa que se pegue a
todas partes, si conseguís que quede suave y que no se pegue… eso significa que
el roscón saldrá seco y duro. Así que nada, a lidiar con la masa pringosa que
no pasa nada por embadurnarse las manos de dulce.
Lo metemos de nuevo en el recipiente y lo tapamos con el
papel de film. Toca dejarlo descasar en un sitio calentito, como el cuarto de
estar, hasta que doble su tamaño.
Unas 3 horas después, volvemos a amasarlo un poco para que
se quiten las posibles burbujas que se hayan quedado en el interior de la masa.
Lo amasamos un poco y le damos forma de roscón.
Para ponerlo sobre papel
encerado en la bandeja del horno. El aspecto en este punto es lamentable,
porque la masa ha vuelto a encoger y queda todo muy aplastado. No pasa nada.
Cubrimos con otro papel encerado para que la masa no se seque. Y lo dejamos
reposar de nuevo, al menos otra hora.
Después quitamos el papel encerado de arriba. Pintamos el
roscón con el huevo batido (el huevo entero) y lo decoramos con la fruta
escarchada y/o las almendras fileteadas y echamos un poco más de azúcar por
encima.
Precalentaos un poquito el horno a 160ºC (por arriba y por
abajo) y lo metemos 25 minutitos. Que quede bien doradito. Si queréis añadir
una sorpresita, lo podéis hacer por debajo, justo antes de meterlo en el horno
y si vais a rellenarlo, hay que esperar a que esté completamente frío antes de
cortarlo, ¿de acuerdo? Esta receta es más o menos para 8 personas, pero en mi
casa da para 6 porque nos lo comemos como si fuera un manjar. Así que espero
que os cunda mucho, que os salga muy bien y que lo disfrutéis mucho. Felices
Reyes!