Hoy martes 21 de julio, el monasterio de San Lorenzo de El
Escorial está de luto. Tras 52 años, abierto al público el palacio de los
Borbones serán cerradas al público. Como ya lo hicieran el pasado 16 de julio,
los museos de Arquitectura y Pintura del Monasterio. Tres museos del segundo lugar más visitado de
los Reales Sitios de España, por detrás del Palacio Real de Madrid. Con un
total de 230.158
visitas durante el primer trimestre de 2015.
A partir de ahora ya no podrán visitarse las maquetas,
herramientas, planos, utensilios, dibujos ni otro material didáctico
imprescindible para la comprensión de cómo fue posible llevar a cabo semejante
obra en el siglo XVII. Tampoco será posible disfrutar de las pinturas de maestros
como M.Coxcie, Marinus, Veronés, Rubens, Zurbarán, Navarrete, Zuccaro, Luca
Jordano, Ribera, Van der Hamen, Meléndez, Barocci, Palma el Joven, Claudio
Coello entre otros muchos.
Patrimonio Nacional (PN), asegura que se trata de un
programa de ordenación y mejora de la visita pública de los Reales Sitios, y en
este caso, le ha tocado el turno al Monasterio de El Escorial, el cual, afirma
el portavoz de PN, está desfasado y ofrece una visita demasiado larga, al menos
en puntos concretos como el Museo de Borbones. También han asegurado que las
instalaciones técnicas están obsoletas y precisan una renovación urgente. La
intención, según PN, es dar un enfoque diferente y otro valor al Monasterio.
Reordenar los objetos y las piezas con que cuentan, quizá con la intención de
restructurar el recorrido desde otro punto de vista y con otra lógica
diferente. Al menos esa es la idea, porque aún no hay nada claro ni sobre la
reordenación en sí ni sobre la futura reapertura de los museos cerrados.
PN afirma que ni el museo de pintura en la entrada del
recorrido, donde se encontraban obras de grandes pintores destacando a El Greco
ni el museo de arquitectura “tienen vinculación con la lectura histórica del
monumento”. De modo que el proceso creativo,
las herramientas, los materiales, y las técnicas utilizadas para la
construcción del edificio, expuestas en 11 salas (genialmente remodeladas en
1991) ahora ya no tienen nada que ver con la historia del monasterio y las van
a desperdigar por otras habitaciones, como el Salón de Paseos del Palacio de
Felipe II, donde actualmente se exponen imágenes y planimetrías originales del
edificio, mientras que las maquetas se expondrán en los futuros espacios de
acogida a los visitantes, retirándose otras copias y reproducciones de escaso
valor, pero que, en opinión de expertos, facilitaban la comprensión de este
compleja obra maestra de la historia española que, de otro modo, resultaría
imposible concebir. Por no preguntar a dónde irán dicho documentos ahora que se
consideran de “poco valor”. Personalmente, no le veo el sentido puesto que la
Sala de paseos de Felipe II es una gran sala situada a espaldas del altar mayor
de la basílica, con 51 mapas cartográficos que muestran el conocimiento que
había en el siglo XVI sobre la geografía de la Tierra. Y que más que explicar
la construcción del monasterio, explican la concepción del mundo en el que
vivía el rey, antes de conocer su habitación y su biblioteca privada. No
concibo el conjunto sin esta información por poco valiosa que le resulte a
Patrimonio.
Sala de Paseos de Felipe II |
Lo cierto es que es un secreto a voces que el culpable de
estas decisiones es el futuro Museo de
Colecciones Reales. Una feliz iniciativa que surgió hace cosa de 20 años y que
tras 10 años en construcción, con la inestimable ayuda de la consejera gerente
de Patrimonio Nacional, Alicia Pastor Mor, verá la luz en la segunda mitad del
año que viene. Con un coste nada despreciable de 158.283.854 euros (8,4
millones corresponden a la dirección facultativa del estudio Tuñón y Mansilla). Y cuyo mantenimiento anual costará entre 5 y
7 millones de euros. Propuesta lucrativa desde todo punto, por supuesto, gracias al ahorro que supone expoliar otros
museos para llenar sus salas. Así museos como el de Aranjuez, la Granja de San
Ildefonso, Palma de Mallorca etc. Verán igualmente saqueadas sus colecciones en
los próximos meses.
Lo único cierto es que a partir de ahora, el visitante que
quiera conocer el Monasterio de El Escorial, tendrá que enfrentarse, por un
lado, al hecho de que los museos de arquitectura, pintura y Borbón están
cerrados hasta nueva orden, pero que la visita a cambio ha ganado el Patio de
los Evangelistas y el cuadro “El Calvario de van der Weyden en las Salas de
Honores; por otro lado, las visitas pasarán a realizarse bajo petición hecha en
el momento de la reserva, se acabaron las decisiones de última hora.
en casi una hora.
Y la
visita se iniciará en los espacios originales del Monasterio vinculados a la
Casa de Austria finalizando donde los visitantes decidan… con el consecuente caos
que lógicamente traerá esta decisión. Por último, el precio y el horario se
mantendrán sin modificación, es decir, 10€ en tarifa básica normal, sin tener
en cuenta que se ha reducido la visita
A pesar de que la postura de Patrimonio Nacional es mantener
que se trata de un programa de reordenación y mejora, los vecinos del municipio
están seguros de que las obras del Monasterio constituirán los fondos para
llenar el Museo de Colecciones Reales, puesto que las joyas, pinturas y
esculturas de sus museos y que ahora no se expondrán por haberlos cerrado,
tienen un valor incalculable. Al igual que los tapices de la Granja de San
Ildefonso, otros tesoros de Aranjuez y un largo etcétera de préstamos sin
intención de devolución que mermarán significativamente el valor de estos
museos de provincias en favor del nuevo museo que aún debe justificar la
inversión realizada en él. En un momento además, en el que no hacía ninguna
falta. Con la certeza de que algunos de estos objetos ya han empezado a
desfilar en dirección a la capital, dejando el Monasterio quizá para siempre.
Todo ello sin entrar en la destrucción de puestos de trabajo
tanto de guías de turismo como de vigilantes de seguridad, por no mencionar el
impacto que esto tendrá en una localidad que vive del turismo básicamente. La
pregunta es si se trata de una excusa para expoliar los tesoros de estos museos
o si la decisión está justificada y Patrimonio Nacional actúa en beneficio del
pueblo. ¿Qué opináis?
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